Translate

jueves, 19 de marzo de 2015

¿Hemos llegado?

Hoy en día sabemos mucho sobre el universo gracias a las nuevas tecnologías, pero, ¿hasta dónde ha sido capaz de llegar el ser humano?
Pues bien, el día 16 de julio de 1969, Estados Unidos lanzó al espacio una nave, el Apolo 11, en la que sería la primera misión en la que el hombre pisara la superficie lunar y caminara por ella.
Supuestamente llegaron el a la superficie el día 20 de julio de ese mismo año.
En la nave tripulaban los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins.


Decimos que supuestamente llegaron, porque hay pruebas que niegan que llegamos a la luna, ya que los Estados Unidos estaba enfrentada contra Rusia, para ver quién era capaz de llegar antes a la Luna, esto hizo que Estados Unidos planteara hacer pruebas falsas sobre el viaje.



¿Qué habrá más allá?

Los astrónomos siguen buscando nuevas formaciones, galaxias y nuevos planetas en el universo, aunque es un proceso muy largo ya que por mucha tecnología que inventemos seguimos sin poder viajar a Marte, un planeta relativamente cercano a la Tierra, pero gracias a los telescopios especializados que nos permiten ver más allá del límite de nuestra galaxia.
Aparte de la gran curiosidad de ver que hay por el universo, los científicos intentan encontrar vida en otros planetas para resolver la gran duda de la humanidad: ¿Estamos solos en el espacio?

Ya que es 100% probable que no estemos solos, aunque todavía no se ha demostrado.


Peligros de Universo

En nuestro sistema solar se pueden encontrar cosas maravillosas, y como todo tiene un lado malo este no iba a ser menos…
Uno de los principales peligros seria la falta de oxígeno, algo obvio...
Otros peligros son los siguientes:

La luciferina superficie de Venus.

Una presión atmosférica insoportable, constantes lluvias de ácido sulfúrico y temperaturas de hasta 700 grados centígrados no parecen ser condiciones propicias para ver de cerca la superficie venusina abundante en salientes montañosos.


El mar de hidrógeno de Júpiter.

Nuestro Mar Muerto parece palidecer frente al mar de hidrógeno que se encuentra en Júpiter: un escenario más que adecuado para un Zeus tronante donde los relámpagos se combinan con los repentinos cambios de estado del elemento.


Ío

Para no salir de la órbita detengámonos en Ío, uno de las llamadas lunas de Júpiter. El lugar, aunque ofrece una vista inigualable del mayor de los planetas del sistema solar, goza también de una viva actividad volcánica, con ríos de azufre corriendo al pie de las erupciones.


Plutón

Uno de los puntos más alejados de nuestro sistema solar, Plutón se caracteriza por sus bajas temperaturas que incluso congelan el oxígeno. En la superficie se registran entre 228 y 238 grados centígrados bajo cero, con lo cual una persona caería víctima de algo más que la hipotermia en el instante mismo en que pisara el planeta.



Los anillos de Saturno

La poética designación de este punto del cosmos en poco ayudaría a esquivar los millones de icebergs que giran frenéticamente en torno al planeta.


Titán

El mayor de los satélites de Saturno posee una atmósfera que además de fría y densa es sumamente venenosa cuyos gases, de combinarse con oxígeno, producirían una fatal explosión de la que difícilmente se contarían sobrevivientes.



Surcar el sistema solar encima de un cometa

¿Quién no ha soñado alguna vez en subirse a un cometa y volar por el espacio? Sería una experiencia que no olvidaríamos jamás salvo que contamos que podemos desintegrarnos ya que un cometa viaja a una velocidad demasiado alta.



Agujeros Negros

Un peligro bastante conocido son los agujeros negros, son famosos porque prácticamente se tragan cualquier cantidad de materia, sería interesante echarles un vistazo de cerca, pero no es muy recomendable.



Cuerpos Celestes (2)


Meteoritos

Un meteorito es un trozo de escombro que puede ser parte de un asteroide o un cometa que logra chocar contra la superficie de La Tierra, también se los denomina meteoroides que alcanzan la superficie de la Tierra sin que se haya vaporizado completamente.

El término meteoro proviene del griego meteoron, que significa fenómeno en el cielo. Se emplea para describir el destello luminoso producido por la caída de la materia que existe en el sistema solar sobre la atmósfera terrestre lo que da lugar a una incandescencia temporal resultado de la fricción atmosférica. Esto ocurre generalmente a alturas entre 80 y 110 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.


Asteroides

Los asteroides son objetos metálicos rocosos los cuales varían en tamaño desde piedras aproximadamente de 1,000 kilómetros de diámetro hasta rocas de menos de 100 kilómetros de diámetro. A pesar de que giran en órbita alrededor del Sol, son muy pequeños para ser considerados planetas. Se ha pensado que los asteroides son material residual de la formación de nuestro sistema solar. La mayoría son encontrados en el Cinturón de Asteroides, un anillo en forma de dona que está entre las órbitas de Marte y Júpiter. Los astrónomos han también identificado un grupo de asteroides cuyas órbitas cruzan la órbita de la Tierra. Varios cientos de miles de asteroides son conocidos que existen en nuestro sistema solar, y muchos están aún por ser descubiertos. La mayoría de los asteroides no descubiertos son los más pequeños los cuales son más difíciles de detectar.
El cinturón de asteroides

El Cinturón de Asteroides es una región de espacio entre las órbitas de Marte y Júpiter donde la mayoría de los asteroides en nuestro sistema solar son encontrados girando en órbita alrededor del Sol. El Cinturón de Asteroides probablemente contiene millones de asteroides. Los astrónomos piensan que el Cinturón de Asteroides está hecho de material que nunca fue capaz de formar un planeta, o de los restos de un planeta que se rompió hace mucho tiempo. Los asteroides en el Cinturón de Asteroides vienen en una variedad de tamaños. El asteroide más grande es llamado Ceres. Es alrededor de un cuarto del tamaño de nuestra luna.
Satélites o Lunas

Un satélite natural es un cuerpo celeste que orbita un planeta u otro cuerpo más pequeño, al que se denomina "primario"; no tiene luz propia, tal como los planetas. Por ejemplo la Luna, que es un satélite, gira en torno al planeta Tierra.

Cada planeta tiene un numero de satélites/lunas:
-La Tierra – 1
-Marte – 2
-Júpiter – 60
-Saturno – 31
-Urano – 22
-Neptuno – 11


Mercurio y Venus son los únicos planetas que no poseen satélites.
Nebulosas

Las nebulosas son estructuras de gas y polvo interestelar. Según sean más o menos densas, son visibles desde la Tierra.
Las nebulosas se pueden encontrar en cualquier lugar del espacio interestelar. Antes de la invención del telescopio, el término nebulosa se aplicaba a todos los objetos celestes de apariencia difusa. como consecuencia de esto, a muchos objetos que ahora sabemos que son cúmulos de estrellas o galaxias se les llamaban nebulosas.
Se han detectado nebulosas en casi todas las galaxias, incluida la nuestra, la Vía Láctea. Dependiendo de la edad de las estrellas asociadas, se pueden clasificar en dos grandes grupos:

  1- Asociadas a estrellas evolucionadas, como las nebulosas planetarias y los remanentes de supernovas.
 2- Asociadas a estrellas muy jóvenes, algunas incluso todavía en proceso de formación, como los objetos Herbig-Haro y las nubes moleculares.

Dependiendo de la luz que emiten, las nebulosas se pueden clasificar en:

Las nebulosas de emisión, cuya radiación proviene del polvo y los gases ionizados como consecuencia del calentamiento a que se ven sometidas por estrellas cercanas muy calientes. Algunos de los objetos más sorprendentes del cielo, como la nebulosa de Orión, son nebulosas de este tipo.




Las nebulosas de reflexión, reflejan y dispersan la luz de estrellas poco calientes de sus cercanías. Las Pléyades de Tauro son un ejemplo de estrellas brillantes en una nebulosa de reflexión.


Las nebulosas oscuras, son nubes poco luminosas o de luminosidad nula, que se representan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz. La razón por la que no emiten luz por sí mismas es que las estrellas se encuentran a demasiada distancia para calentar la nube. Una de las más famosas es la nebulosa de la Cabeza de Caballo, en Orión. Toda la franja oscura que se observa en el cielo cuando miramos el disco de nuestra galaxia es una sucesión de nebulosas oscuras.





Cuerpos Celestes (1)

Un cuerpo celeste es aquel que posee materia y en su mayoría desprenden luz. Hay varios tipos de cuerpos celestes.

Estrellas

Una estrella (del latín stella) es todo objeto astronómico que brilla con luz propia; aunque en términos más técnicos y precisos podría decirse que se trata de una esfera de plasma que mantiene su forma gracias a un equilibrio hidrostático de fuerzas.


Constelaciones

Una constelación es un grupo de estrellas que toma una forma imaginaria en el cielo nocturno. Son usualmente nombradas en honor a caracteres mitológicos, gente, animales y objetos. En diferentes partes del mundo, la gente ha inventado diferentes formas para los mismos grupos de estrellas brillantes. Esto es como un juego de conectar puntitos en una hoja de papel. En el pasado, la creación de imágenes imaginarias de las estrellas fue útil para la navegación en la noche y para seguir el curso de las estaciones.


Planetas

Aunque ya se ha hablado de esto antes, no se ha nombrado la definición astronómica…
Los planetas son cuerpos que giran formando órbitas alrededor de la estrella, tienen suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuman una forma en equilibrio hidrostático (prácticamente esférica).


Galaxias

Las galaxias son enormes colecciones de estrellas, polvo y gas. Usualmente contienen de varios millones a más de un trillón de estrellas y pueden variar en tamaño desde algunos miles a varios cientos de miles de años luz de diámetro. Hay cientos de billones de galaxias en el Universo. Las galaxias se presentan en muchos diferentes tamaños, formas y cantidad de luz que emiten, y como las estrellas, son encontradas solas, en pares o en grandes grupos llamados cúmulos. Las galaxias están divididas en tres tipos básicos: espirales, elípticas e irregulares.


Los planetas de nuestro sistema solar (4)

Urano:

Es el séptimo planeta del sistema solar y el tercero más grande del Sistema Solar. Urano es también el primero que se descubrió gracias al telescopio, en 1781.
La atmósfera de Urano está formada por hidrógeno, metano y otros hidrocarburos. El metano absorbe la luz roja, por eso refleja los tonos azules y verdes.
Urano está inclinado de manera que el ecuador hace casi ángulo recto con la trayectoria de la órbita. Esto hace que en algunos momentos la parte más caliente, encarada al Sol, sea uno de los polos.

Neptuno:

Es el planeta más exterior de los gigantes gaseosos y el primero que fue descubierto, en septiembre de 1846, gracias a predicciones matemáticas.
El interior de Neptuno es roca fundida con agua, metano y amoníaco líquidos. El exterior es hidrógeno, helio, vapor de agua y metano, que le da el color azul.
Neptuno es un planeta dinámico, con manchas que recuerdan las tempestades de Júpiter.

Los planetas de nuestro sistema solar (3)

Júpiter:

Es el planeta más grande del Sistema Solar, tiene más materia que todos los otros planetas juntos y su volumen es mil veces el de la Tierra.
Júpiter tiene un tenue sistema de anillos, invisible desde la Tierra. También tiene muchos satélites. Cuatro de ellos fueron descubiertos por Galileo en 1610. Era la primera vez que alguien observaba el cielo con un telescopio.

Júpiter tiene una composición semejante a la del Sol, formada por hidrógeno, helio y pequeñas cantidades de amoniaco, metano, vapor de agua y otros compuestos.
Saturno:

Saturno es el segundo planeta más grande del Sistema Solar y el único con anillos visibles desde la Tierra. Se ve claramente achatado por los polos a causa de la rápida rotación.
La atmósfera es de hidrógeno, con un poco de helio y metano. Es el único planeta que tiene una densidad menor que el agua. Si encontrásemos un océano suficientemente grande, Saturno flotaría.
El color amarillento de las nubes tiene bandas de otros colores, como Júpiter, pero no tan marcadas. Cerca del ecuador de Saturno el viento sopla a 500 Km/h.

Los planetas de nuestro sistema solar (2)

La Tierra:


La Tierra, nuestro planeta, es una maravillosa bola azul y blanca cuando se ve desde el espacio. Es el tercer planeta del sistema solar, y es el mayor de los planetas interiores. La Tierra es el único planeta que sabemos tiene vida y agua líquida en su superficie. La Tierra tiene una atmósfera substancial y un campo magnético, los que son críticos para que exista vida en la Tierra. Nuestro planeta es el más cercano al Sol con un satélite natural.
Marte:

Marte es el cuarto planeta del Sistema Solar más cercano al Sol. Llamado así por el dios de la guerra de la mitología romana Marte, recibe a veces el apodo de planeta rojo debido a la apariencia rojiza que le confiere el óxido de hierro que domina su superficie. Tiene una atmósfera delgada formada por dióxido de carbono, y dos satélites: Fobos y Deimos. Forma parte de los llamados planetas telúricos (de naturaleza rocosa, como la Tierra) y es el planeta interior más alejado del Sol. Es, en muchos aspectos, el más parecido a la Tierra.

Los planetas de nuestro sistema solar (1)

Los planetas interiores son Mercurio, Venus, la Tierra y Marte y tienen la superficie sólida. Los planetas exteriores son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, también se denominan planetas gaseosos porque contienen en sus atmósferas gases como el helio, el hidrógeno y el metano, y no se conoce con certeza la estructura de su superficie.

El 24 de agosto de 2006, la Unión Astronómica Internacional excluyó a Plutón como planeta del Sistema Solar, y lo clasificó como planeta enano/meteorito.


Mercurio:

Es el planeta más cercano al sol y el segundo más pequeño del Sistema Solar. Mercurio es menor que la Tierra, pero más grande que la Luna. Si nos situásemos sobre Mercurio, el Sol nos parecería dos veces y media más grande. El cielo, sin embargo, lo veríamos siempre negro, porque no tiene atmósfera que pueda dispersar la luz.
Los romanos le pusieron el nombre del mensajero de los dioses porque se movía más rápido que los demás planetas.


Venus:

Es el segundo planeta del Sistema Solar y el más semejante a La Tierra por su tamaño, masa, densidad y volumen. Los dos se formaron en la misma época, a partir de la misma nebulosa.
Sin embargo, es diferente de la Tierra. No tiene océanos y su densa atmósfera provoca un efecto invernadero que eleva la temperatura hasta los 480 ºC.
Los primeros astrónomos pensaban que Venus eran dos cuerpos diferentes porque, unas veces se ve un poco antes de salir el sol y, otras, justo después de la puesta.


Llegando lejos...

El soviético Yuri Alekséyevich Gagarin fue la primera persona que viajó al espacio exterior, el 12 de abril de 1961 a bordo de la nave Vostok 2 KA- 3, más conocida como Vostok 1, en un viaje de reconocimiento donde el objetivo era comprobar si un hombre podía sobrevivir en una cabina espacial.

En 1960 el programa espacial soviético abrió un proceso de selección que ganó Gagarin gracias a sus mejores calificaciones técnicas y sus características físicas, pues medía 1,57 metros, estatura ideal para introducirse en la pequeña cabina de la nave.

Vostok 2 KA - 3
 





Yuri Alekséyevich Gagarin

¿Cuál fué el primer ser vivo en la Tierra?

El primer signo de vida en nuestro planeta data de 3,850 millones de años. Son simples formas fósiles encontradas en Groenlandia.
A pesar de que hay muchas teorías acerca de cómo se originó la vida, muchos científicos creen que los primeros signos de vida aparecieron en el fondo del mar en unas fuentes de agua caliente, donde el calor y la abundancia de minerales, pudo haber sido el caldo de cultivo para que evolucionaran los primeros organismos unicelulares.
Durante cientos de millones de años la vida en la tierra se limitó a las bacterias, estos organismos simples de una sola célula formaron una capa viscosa en el fondo del mar de donde extraían su energía de las reacciones químicas que allí se producían.
Millones de años después un grupo de estas bacterias se acercó a la superficie del mar y pudo extraer la energía de la luz solar, mediante un proceso llamado fotosíntesis.

Durante más de 1.300 millones de años no hubo ningún cambio y la vida se mantuvo en su estado más simple, las bacterias.

¿Cómo se formó la Tierra?

Si bien nuestro Universo es algo inimaginablemente inmenso, sorprendente y desconocido, y si bien perfectamente muchos podrán decir que la Tierra no es más que un pequeño e insignificante punto en él, que su función en el todo es desestimable, para nosotros, habitantes de este planeta, es crucial comprender su origen y desarrollo.
Por ello, investigar sobre el origen de nuestro planeta e intentar descifrar el proceso de formación de la Tierra, resulta descomunalmente fascinante.
Para explicar cómo se formó la Tierra, es necesario situarnos hace más de 4.500 millones de años en el tiempo, en un momento en el que el Sistema Solar estaba en formación. Obviamente, no podemos disociar la Tierra del Sol y el resto de planetas del sistema, pues su origen está estrechamente relacionado con éstos, tal como sus movimientos en el día de hoy.
Hace unos 4.600 millones de años, el Sistema Solar estaba en formación y era una nebulosa de polvo y gases que se había condensado en una parte de la Vía Láctea. Parte de esta masa se convirtió en una esfera incandescente, el Sol, y otras masas se formaron a su alrededor, comenzando a orbitar alrededor de él: los planetas. Entre ellos, por supuesto, encontramos la Tierra.
En su origen, la Tierra era simplemente una masa incandescente como el Sol, pero con el paso del tiempo su exterior se fue solidificando poco a poco, hasta dar lugar a la corteza terrestre tal como la conocemos hoy. En el proceso de formación de la Tierra, los volcanes jugaron un papel muy importante, y con sus erupciones hacían que las masas de lava aumentaran el espesor de la corteza, al tiempo que generaban muchísimos gases.


Estos gases se depositaron alrededor de la corteza terrestre y dieron forma a lo que se conoce como Atmósfera . Esta atmósfera dista mucho de ser la que conocemos hoy, pero junto a los impactos de meteoritos que llegaron desde el espacio exterior permitieron la formación de agua en estado líquido. Con el paso del tiempo, evolucionó hasta conformar la atmósfera actual. Esta permitió la formación de vida, y aún hoy nos protege de impactos de meteoritos, los vientos solares y nos permite conservar la temperatura y características climáticas de nuestro planeta.

La Historia de nuestra galaxia: La Vía Lactea

La Galaxia de la Vía Láctea, es la galaxia espiral en la que se encuentra el Sistema Solar y, por supuesto, la Tierra. Según las observaciones, posee una masa de 1.012 masas solares y es una espiral barrada. Su diámetro medio se estima en unos 100.000 años luz, equivalentes a casi 1 trillón de km ó 6.320 millones de Unidades Astronómicas. Se calcula que contiene entre 200.000 millones y 400.000 millones de estrellas.
La distancia desde el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 27.700 años luz, es decir, el 55 % del radio total galáctico. La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias llamado Grupo Local, y es la segunda más grande y brillante tras la Galaxia de Andrómeda (aunque puede ser la más masiva, al mostrar un estudio reciente que nuestra galaxia es un 50% más masiva de lo que se creía anteriormente.


El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche. Esa es, en efecto, la apariencia de la banda de luz que rodea el firmamento, y así lo afirma la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera (Juno para los romanos). Rubens representa la leyenda en su obra “El nacimiento de la Vía Láctea”. Sin embargo, ya en la Antigua Grecia, el astrónomo Demócrito, sugirió que aquel haz blanco en el cielo era en realidad un conglomerado de muchísimas estrellas demasiado tenues individualmente como para ser reconocidas a simple vista. Su idea, no obstante, no halla respaldo hasta 1.609 d. C. cuando el astrónomo Italiano Galileo Galilei hace uso del telescopio y constata que Demócrito estaba en lo cierto, ya que adonde quiera que mirase, aquel se encontraba lleno de estrellas.

Segunda teoría

La radiación cósmica de fondo

Terminada la era del Plasma, la radiación, producto de las altas temperaturas iniciales que habrían llenado de luz el universo, dejó de interactuar con la materia y comenzó un lento enfriamiento desde 7000 °C hasta los 270 ºC bajo 0. Los residuos de esta radiación son observables aún en la actualidad: se trata de la llamada radiación cósmica de fondo (descubierta en 1965 por unos radioastrónomos), una de las principales pruebas que avalan la teoría del Big Bang.

Esta radiación se distribuye de manera uniforme en todo el espacio y la podemos entender como un resplandor testimonio de la Gran Explosión ocurrida hace 15.000 millones de años.
Es por esto que el estudio de esta radiación permite a los científicos obtener información sobre las condiciones del universo en sus comienzos. Los estudios realizados recientemente por la NASA a través del satélite (Cosmic Backgroud Explorer) validan las predicciones generales de la teoría de la Gran Explosión respecto a la radiación cósmica de fondo.

Introducción

El Universo



El universo es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso, las leyes y constantes físicas que las gobiernan. Sin embargo, el término también se utiliza en sentidos contextuales ligeramente diferentes y alude a conceptos como cosmos, mundo o naturaleza.
Ahora vamos a ver las teorías de la creación del universo...

La primera es:

Teoría Big Bang o gran explosión
Plantea que toda la materia del universo estuvo concentrada en un mismo lugar del espacio (fenómeno llamado singularidad cuyo tamaño era tan pequeño como un núcleo atómico. Esta concentración de materia es denominada con el nombre  “huevo cósmico” y se caracterizó por:
      Muy alta densidad.
      Altísimas temperaturas: 100 mil millones de grados Celsius
      No existía el espacio ni el tiempo.
      No existían átomos ni moléculas.

Se identifican dos grandes momentos de acuerdo a lo que fue sucediendo en este fenómeno:
1- La era de los leptones, donde protones y neutrones conviven en equilibrio con electrones y otras partículas.
2-  La era del plasma, importante porque en ese momento se forman los átomos de helio y de hidrógeno. El 25% del universo quedó en forma de helio y el 75% restante en forma de hidrógeno. Pasados 30 minutos de la Gran Explosión la temperatura y la presión bajaron mucho como para que continuaran los procesos nucleares y la composición química que mencionamos quedó para siempre.
Pasados 700.000 años se terminó la era del plasma, el Universo continuó expandiéndose con una densidad similar en todas partes, la radiación dejó de interactuar con la materia y comenzó un lento enfriamiento. Debido al movimiento de la materia se fueron formando zonas más densas, como los grumos de una pasta. Una vez que aparece un grumo, éste empieza a contraerse por su propia fuerza gravitacional y a atraer más materia de sus alrededores. Las galaxias habrían tenido su origen en estos “grumos cósmicos”, 700.000 años después del Big Bang.